miércoles, 28 de mayo de 2008

INTRODUCCIÓN

Ciertamente, los incendios constituyen una amenaza constante para la humanidad al tiempo que son innumerables las pérdidas que ellos ocasionan. La seguridad de la vida humana resulta un aspecto muy importante ya sea en las casas, vehículos y lugares de trabajo, y también en /os cuarteles, donde existe un importante riesgo de muerte por incendio.
Los objetivos de esta guía consisten en brindar, tanto para el persona/ militar como a su núcleo familiar, una perspectiva de la magnitud y las consecuencias que produce el problema de/ fuego. Asimismo, se ofrece una estructura básica de /os elementos de protección contra incendios y de medidas concretas de lucha contra el fuego.


¿CÓMO SE ORIGINA EL FUEGO?




Para comprender cómo se genera el fuego, pensemos en un fósforo que se prende. Su cabeza colorada es el combustible, el aire que lo rodea constituye el comburente (oxígeno del aire), mientras que la fricción que se produce al rasparlo inicia con su calor, la reacción química. Es entonces cuando aparece la llama, que quema toda la cabeza, transmitiendo el fuego al palito de madera, que la sostiene.
Cuando lo soplo = elimino el comburente Si le echo agua = elimino el calor. Si corto el palito = elimino el combustible.
Generalmente, los materiales sólidos celulósicos, arden con luz pobre (rescoldo o brasa), a la que se denomina fuego de arraigo.


MATERIALES COMBUSTIBLES



Básicamente, podemos decir que un combustible es toda sustancia que, bajo ciertas condiciones, resulta capaz de arder. En virtud de lo global de esta definición, es necesario lograr un mejor estudio de los mismos, a través de la siguiente subdivisión:
Combustibles sólidos: los materiales sólidos más combustibles son de naturaleza celulósica. Cuando el material se halla subdividido, el peligro de iniciación y/o propagación de un incendio es mucho más grande.
Combustibles líquidos: los líquidos inflamables son muy usados en distintas actividades, y su empleo negligente o inadecuado provoca muchos incendios. Los líquidos no arden, los que lo hacen son los vapores que se desprenden de ellos. Tales vapores son, por lo general, más pesados que el aire, y pueden entrar en ignición a considerable distancia de la fuente de emisión. La variedad de líquidos inflamables utilizados actualmente en distintas actividades es muy grande. Los combustibles líquidos más pesados -como los aceites- no arden a temperaturas ordinarias pero cuando se los calienta, desprenden vapores que, en forma progresiva, favorecen la posibilidad de la combustión, cuya concreción se logra a una temperatura suficientemente alta.
Combustibles gaseosos: los gases inflamables arden en una atmósfera de aire o de oxígeno. Sin embargo, un gas no inflamable como el cloro puede entrar en ignición en un ambiente de hidrógeno. Inversamente, un gas inflamable no arde en medio de una atmósfera de anhídrido carbónico o de nitrógeno.
Existen dos clases de gases no combustibles: los que actúan como comburentes (que posibilitan la combustión) y los que tienden a suprimirla. Los gases comburentes contienen distintas proporciones de oxígeno, y los que suprimen la combustión reciben el nombre de gases inertes.


Recuerde que:



•Múltiples incendios son provocados por la acción de cigarrillos y fósforos que no son bien apagados antes de tirarlos, o por fumar en sitios donde está prohibido. Por ello, no fume donde esté prohibido, y cerciórese de apagar bien las colillas, utilizando los ceniceros (se recomiendan que estos sean grandes y hondos para que no se vuelquen).
• La falta de orden y limpieza también puede ser causa de incendio. Tener en cuenta, especialmente, donde se dejan los trapos con grasa, ya que pueden provocar combustiones espontáneas cerca de algo muy caliente. los residuos deben retirarse periódicamente, utilizándose siempre contenedores metálicos cerrados.
• En las tareas cotidianas, preste atención al cocinar. Use ropa con mangas ajustadas o súbase las mangas para evitar que se prendan fuego al tocar el horno o la hornalla. Coloque las manijas de las ollas hacia adentro. Revise cuidadosamente cualquier aparato eléctrico. Reconozca las señales de alerta de problemas, a través de luces que titilan, humo u olores raros, cables deshilachados, etc. No coloque extensiones de cables debajo de los tapetes o frente alas puertas, ni en ningún sitio donde puedan ser aplastadas o apretadas por los muebles. No coloque adaptadores y triples encimados sobre un único tomacorriente.
- Controle, periódicamente, la instalación eléctrica.
No permita la existencia de instalaciones eléctricas aéreas desnudas, ya que los cables conductores pueden sufrir roturas, lo que dará lugar seguramente a un accidente.

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